Cateterismo cardiaco

El término de cateterismo cardiaco se utiliza para describir una serie de procedimientos invasivos que se realizan con catéteres (tubos) que se introducen a través de las venas y/o arterias periféricas del brazo o de la pierna y se llevan hasta el corazón. Ahí se miden presiones dentro de las cavidades (cateterismo derecho o izquierdo), se inyecta contraste dentro y fuera del corazón (ventriculografía, arteriografía aortica, pulmonar, etc) y/o se inyecta contraste en las arterias del corazón para determinar si están obstruidas o no (angiografía coronaria). Otras veces se envían impulsos eléctricos por el catéter para estudiar las irregularidades de los latidos del corazón (estudio electrofisiológico).

¿En qué pacientes se recomienda?

En pacientes con enfermedades del corazón congénitas o adquiridas (válvulas, arterias, músculo, arritmias, etc). Pacientes en los que se sospeche alteraciones en los vasos de otros territorios del organismo como el cerebro, miembros inferiores, riñones, intestino y carótidas.

¿Cómo se realiza?

El cateterismo cardíaco consiste en introducir un tubo largo y delgado (denominado «catéter») por una arteria o vena de la pierna o del brazo hasta llegar al corazón o a otro territorio vascular (carótidas, renales, miembros inferiores, etc) donde se van a tomar presiones, la cantidad de oxigeno que existe y se realizarán inyecciones de material de contraste para estudiar esas estructuras. Es de señalar que los términos «cateterización cardíaca», «angiografía» y «arteriografía» a menudo se utilizan indistintamente.

En la sala de cateterismo, verá usted pantallas de televisión, monitores cardíacos y de presión. Lo acostarán sobre una mesa especial con movilidad de 360 grados que se acomodará debajo del arco de rayos X, canalizarán una vena para la administración de sueros, tranquilizantes u otras sustancias a juicio del anestesiólogo. Le colocarán sobre el pecho pequeños discos de plástico denominados «electrodos». Estos electrodos se unen a cables que se conectan a un polígrafo donde se registrará no solo su electrocardiograma sino también las presiones, oximetrías, gasto cardiaco, etc. Se afeitan las zonas del cuerpo donde se harán las punciones para introducir los catéteres, las cuales se desinfectan y se cubre todo el cuerpo con campos desechables estériles.

Una vez introducidos los catéteres, se llevan cuidadosamente con control fluoroscópico hasta la zona a estudiar y una vez terminado se retiran catéteres, cuerdas y se utilizan dispositivos para ocluir el sitio arterial de la punción. Posteriormente el paciente pasa a hospitalización donde permanecerá de uno a dos días según el procedimiento y se utilizarán antibióticos profilácticos, antialérgicos y tranquilizantes.

¿Qué debo hacer antes, durante y después del estudio?

Generalmente se indica a los pacientes que no coman ni beban nada después de la medianoche anterior al estudio. Si es diabético, hable con el médico sobre su alimentación y dosis de insulina, porque ayunar afecta a los niveles de azúcar en sangre.

Hable con el médico sobre los medicamentos que esté tomando, ya que posiblemente le indique que los suspenda antes del estudio. Esto es especialmente importante si está tomando diluyentes de la sangre (anticoagulantes) o agentes antiplaquetarios. Podría ser útil traer una lista de sus medicamentos, para que los médicos sepan exactamente qué está tomando y en qué dosis. Probablemente deba realizarse unos análisis de sangre, un electrocardiograma y una radiografía de tórax antes del procedimiento.

Durante el procedimiento deberá permanecer inmóvil, podrá sentir palpitaciones o posiblemente dolor en el pecho que serán transitorios.

Después del procedimiento podría permanecer sin mover el miembro inferior utilizado por unas 6 horas si se uso un dispositivo de cierre o 24 si no se uso. Si el miembro utilizado es el superior podrá movilizarse en tres horas. Deberá tomar abundantes líquidos para ayudar a eliminar el material de contraste utilizado en el procedimiento.

Una vez en su domicilio deberá evitar el ejercicio excesivo durante unos dos días, tomar la medicación indicada, seguir la dieta y reanudar sus actividades habituales de manera progresiva.

¿Cuáles son los riesgos?

La complicación más frecuente es el sangrado en el sitio de punción (pierna o brazo), se forma un moretón que se absorberá con el tiempo. Cuando el sangrado es mayor en raras ocasiones se deberá drenar quirúrgicamente.

Otra complicación es un daño transitorio de la función del riñón secundaria a toxicidad por el colorante que se utiliza para ver las arterias (medio de contraste). Es más frecuente en diabéticos, personas de edad avanzada y pacientes con infarto agudo. Existen medidas para prevenir este daño y deberán tomarse antes del procedimiento por su médico (hidratación, medicamentos orales).

Las otras complicaciones son más raras e incluyen disección de una arteria del corazón, infarto agudo del miocardio, perforación del corazón, arritmias, cirugía de urgencia, muerte. Ocurren en menos del 1% de los pacientes.

Pueden observarse reacciones alérgicas al yodo que van desde un pequeño rash en la piel hasta obstrucción severa de la vía aérea, es una complicación rara pero el paciente que se sepa alérgico al yodo deberá siempre comentarlo con su médico para tomar medidas profilácticas o indicar otro tipo de estudio diagnóstico.

Las mujeres siempre deben comunicar a su médico o técnico radiólogo si existe alguna posibilidad de que se encuentren embarazadas o en período de lactancia.